
Este tipo de tumores pueden ser primarios o secundarios según donde aparezcan. Los primarios empiezan en el hueso, mientras que aquellos que no se dan en el hueso (mamas, pulmones o colon) son los secundarios.
Los síntomas y signos que lo acompaña son el dolor, el aumento de volumen y la impotencia funcional, mientras que en caso de los tumores benignos pueden no encontrarse síntomas.

Sin embargo, como todas las enfermedades, esta puede presentar una serie de complicaciones como son: dolor, disminución del desempeño que depende del tumor, efectos secundarios producidos por la quimioterapia y la diseminación del cáncer a otros tejidos cercanos.
El tratamiento que se utiliza es la supervisión por parte del médico, donde el paciente tiene que realizar diferentes tipos de pruebas para poder observar cómo va evolucionando. Aunque en algunos casos puede ser necesario la utilización de cirugía para eliminar el tumor, una vez realizado esto, es necesarios intercalar la cirugía con la quimioterapia.
Finalmente, cabe destacar que la persona se puede apuntar a un grupo de apoyo para poder conseguir salir de este problema de la mejor manera.
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